Miguel Lorenzo reclama a Inés Rey la convocatoria de la Junta Local de Seguridad tras los numerosos hechos delictivos en nuestra ciudad en el comienzo de 2023, como numerosos robos en establecimientos comerciales, viviendas y oficinas, problemas con varias viviendas okupadas, y la agresión violenta a un joven el pasado sábado.
“La Alcaldesa debe dejar de eludir sus responsabilidades y reaccionar ante la falta de respuesta y de coordinación entre Ayuntamiento y Delegación del Gobierno tras los últimos sucesos por los que la ciudad ha vuelto a ser triste protagonista en las televisiones nacionales. A elo se une a que A Coruña es la ciudad más insegura de Galicia y entre las de su población en España, según el ministerio del Interior” remarcó el candidato. Al respecto, Miguel Lorenzo presentó el pasado mes de enero tres preguntas escritas en el Senado sobre la falta de efectivos de Policía Nacional en nuestra ciudad, tras reunirse con todos los sindicatos policiales que confirmaron la preocupante situación por el escaso número de agentes.
El PP también presentó dos preguntas orales en los Plenos municipales de enero y febrero sobre el crecimiento de la inseguridad en la ciudad, a las que el gobierno municipal respondió que no hay ningún problema y acusando de sembrar el “alarmismo”. Hay que recordar que la FUCC mostraba recientemente la preocupación en el comercio coruñés por el aumento de delitos en los establecimientos de la ciudad. Además, los vecinos del Orzán denunciaron al ayuntamiento en los juzgados por su pasividad a la hora de ejercer el control sobre los problemas que ocasiona el ocio nocturno en esa zona. El PP pide recuperar cuanto antes la Policía de Barrio, incrementar el número de agentes de Policía Local y de Policía Nacional, actualizar el Plan Local de Seguridad y mayor coordinación entre Ayuntamiento y Delegación del Gobierno. Hay que recordar que cuando se puso en marcha la Policía de Barrio con el gobierno municipal Popular, el 60% de los policías locales formaban parte del servicio, se duplicó la media de policías locales que trabajan en los barrios, se multiplicaron por cuatro los barrios que se patrullan a pie y todos los barrios se cubrían con patrullas en coche, moto o a pie.